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El Reto de Iguazú

Entonces, Verónica y Noah, estos recién casados, estaban en las Cataratas del Iguazú para su luna de miel, ¿sabes? Buscaban aventura, a pesar de las advertencias del guía sobre lo impredecible que pueden ser las cataratas. Se subieron a un paseo en bote en la base de las cascadas, y vaya que se veía peligroso con el cielo poniéndose todo oscuro y amenazante.

De repente, estalla esta loca tormenta tropical. Fue una locura, estaban completamente empapados, con lluvia y viento azotando por todos lados. Recordaron lo que el guía había dicho sobre los peligros, pero ahí estaban, aferrándose el uno al otro en medio de esta tormenta salvaje. Las cataratas rugían y sus corazones latían a mil. Era como si la naturaleza desatara toda su fuerza sobre ellos.

Pero luego, tan rápido como comenzó, la tormenta se despejó. Y mira esto: había un arcoíris increíble extendiéndose justo sobre las ahora tranquilas cataratas. Verónica y Noah, empapados pero a salvo, se miraron y supieron que habían superado algo enorme. Se dieron cuenta de que juntos podían manejar cualquier tipo de tormenta que la vida les lanzara.

Todo el asunto convirtió su luna de miel en esta épica historia de amor y valentía. Pero ¿la mejor parte? Después de la tormenta, las cataratas se veían aún más increíbles. El agua caía a raudales y los colores eran tan vivos. Era como si la tormenta les hubiera mostrado el verdadero poder y belleza de la naturaleza. Definitivamente les hizo querer ver más del mundo de los viajes, pero la próxima, ¿le haran caso al guia?

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